La difícil situación ocurrió con el avión presidencial cuando este cubría la ruta entre Moscú y San Petersburgo, contó Fédorushkin en una entrevista que concedió al programa de televisión Nuevas Sensaciones Rusas, aunque no precisó el día en el que se produjo la emergencia.
Fédorushkin destacó que las condiciones meteorológicas tanto en Moscú como en San Petersburgo fueron poco favorables: nubes bajas, fuertes lluvias y viento cruzado. Además, la tripulación pasó por una turbulencia horrible cuando la aeronave alcanzó el nivel de vuelo de entre 5.000 y 6.000 metros.
"El piloto automático se desconectó (...) Subimos a altitud de 9.000 metros y el avión tembló tan fuertemente que si no nos hubiéramos abrochado los cinturones de seguridad nos habríamos golpeado las cabezas contra el techo", reveló.
El aterrizaje en San Petersburgo fue tan difícil como el despegue en Moscú: el timón de dirección, que se utiliza para controlar la dirección después de que el avión toca tierra, funcionaba mal. La probabilidad de que el avión deslizara fuera de la pista era del 90%.
"Naturalmente, el presidente me llamó a su gabinete. Me preguntó qué había pasado. Hablamos con él sobre el tema", agregó.
Vladímir Fédorushkin había pilotado aviones presidenciales desde los años 80 del siglo pasado. En el 2000 el hombre recibió el título del piloto emérito de Rusia, según la orden firmada por el presidente Vladímir Putin.
