Llegado el presidente a Siria, su homólogo, Bashar Asad, le recibió junto al avión. Putin se dirigió a los militares rusos que, junto con el Ejército sirio, habían derrotado al grupo terrorista más potente. Además, el líder ruso dio la orden de la retirada de las tropas de Siria.
Los pilotos del caza Su-30SM contaron que al recibir la orden no sabían que era la aeronave del presidente. Al contrario, fue una tarea ordinaria cotidiana, y solo después de acercarse al avión, los pilotos se dieron cuenta de que acompañaban al mandatario del país.
"Escoltar aviones es una de nuestras tareas principales. Pero el día que me percaté de que era la aeronave del presidente fue inusual para mí. Es un acontecimiento muy notable en la carrera de un piloto", contó uno de los aviadores.
Los pilotos dijeron que no recibirían ningún ascenso, pero que lo más importante para ellos era cumplir bien su tarea. Los aviadores explicaron que su objetivo era defender la aeronave de los ataques aéreos y de misiles.
Los aviadores confesaron que solo supieron que iban escoltando al avión del líder ruso después de ver un reportaje en televisión.
"Vi que el presidente nos veía y nos agitaba la mano", afirmó el piloto.
Más tarde el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú otorgó una distinción a los militares que habían garantizado la seguridad del vuelo presidencial a la base aérea siria.
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