Este desagradable incidente ocurrió antes de una de reunión de trabajo que Sánchez y Revilla celebraron en un bar situado en el centro de Santander para hacer seguimiento del pacto por el que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) apoyará la investidura del socialista Sánchez.
— EL MUNDO (@elmundoes) September 4, 2019
Cuando el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) apareció cerca del restaurante, un empleado de otro bar situado en la misma calle gritó a Pedro Sánchez: "Hijo de puta". Al escuchar este insulto, Revilla se acercó al hombre, que lucía un delantal, y le afeó su conducta.
"No hay que insultar, no hay que faltar al respeto. ¡Me da vergüenza, un cántabro no puede decir eso!", dijo Revilla.
Tras este incidente, el político cántabro explicó a los periodistas que se sintió "molesto" por lo que había escuchado. Revilla recordó que está encargado de vender una Cantabria "acogedora y amable" en la que se respeta a todo el mundo y no se insulta "a nadie".
"Yo nunca he insultado a nadie. No voy a consentir yo que en mi tierra un tío salga de esa manera a insultar al presidente del Gobierno", declaró el presidente de Cantabria.