En los primeros ocho meses de este año, la superficie total afectada por el fuego en Rusia se estima en más de 10 millones de hectáreas, de ellas la mayoría en Siberia y en el Lejano Oriente ruso, según datos del Servicio de Protección Aérea de Bosques (Avialesoojrana).
Y aunque los esfuerzos y las condiciones meteorológicas han dado un respiro en las últimas semanas, lo cierto es que el escenario sigue siendo complejo y los daños y consecuencias aún están por cuantificar.
Este 27 de agosto, el Ministerio de Emergencias del país informó que en solo un día se extinguieron 48 incendios en una superficie de más de 214.000 hectáreas, pero precisó que se mantienen todavía 173 focos en las regiones siberianas de Yakutia, Krasnoyarsk e Irkutsk. Ya no hay focos activos a menos de cinco kilómetros de zonas pobladas y tanto estas como las infraestructuras se consideran a salvo.
Gracias a estas y otras fuerzas, se lograron sofocar también todos los incendios en las reservas naturales de Rusia, informó el Ministerio de Recursos Naturales y Medioambiente.
El origen del fuego
El calor anormal y la falta de lluvia fueron algunas de las causas de los incendios forestales a gran escala en Siberia, informa Avialesoojrana.
Por otro lado, el 95% de los territorios que arden en Siberia son inaccesibles.
"La causa de los incendios y su propagación fueron las tormentas secas en un largo período de clima seco, anormalmente caliente a + 30°C, además de los vientos", explicó el ente en un comunicado.
"La combustión lenta en los bosques, donde abundan árboles muertos y turba, podría prolongarse por mucho tiempo y, bajo ciertas condiciones climáticas, dar origen a nuevos incendios", advirtió Yaroshenko.
La legislación a debate
La Duma del Estado presentará ante el Ministerio de Recursos Naturales y Ecología la propuesta de enmendar una ley reguladora que permite a las autoridades regionales negarse a extinguir incendios en algunos territorios remotos, si el costo es mayor que el presunto beneficio económico, explicó a medios rusos el presidente del comité de recursos naturales, propiedad y relaciones territoriales, Nikolái Nikolaev.
Aunque el diputado especificó que sería posible plantear este problema solo en el otoño (boreal), después de que el Parlamento regresara de las vacaciones de verano, lo cierto es que ya las autoridades y la sociedad rusa han tomado conciencia de la gravedad del asunto.
Reacción del Gobierno de Rusia
El 31 de julio, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó al Ministerio de Defensa implicarse en las labores de extinción de los incendios forestales que azotan el este de Rusia, y el organismo castrense formó un grupo de diez aviones IL-76 y diez helicópteros Mi-8 para ayudar a combatir el fuego en la taiga.
Pero más allá de las actuaciones de un gobierno, los incendios de Siberia, como los de la Amazonía y el resto del planeta, deberían ser tema de preocupación de toda la comunidad internacional. Solo con una mayor cooperación, más diálogo y actuaciones conjuntas es posible resolver un asunto del que depende la propia vida en la Tierra.