"Supervisamos cuidadosamente los ejercicios que los rusos realizaron en las últimas semanas", dijo Harrigian a la prensa.
Señaló que EEUU "continuará monitoreando tales actividades en el Ártico".
"El Ártico sigue siendo una región de importancia estratégica para todos nosotros y es necesario mantener la estabilidad y garantizar la libertad de navegación", afirmó el militar, al asegurar que la escalada en la región es poco probable.
Rusia llevó a cabo del 1 al 9 de agosto ejercicios navales a gran escala en el mar Báltico, en las que participaron más de 10.000 efectivos, 49 buques de guerra y 58 aeronaves.