"China se verá obligada a responder si EEUU impone nuevos aranceles", advirtió la portavoz de la Cancillería, Hua Chunying, durante una rueda de prensa celebrada el 2 de agosto.
El presidente Donald Trump anunció el 1 de agosto que a partir del 1 de septiembre EEUU pasará a "aplicar una pequeña tarifa adicional del 10% a los restantes 300.000 millones de dólares en bienes" que importa desde China, al tiempo que continúan las negociaciones comerciales entre ambos países.
El mandatario aclaró que estas nuevas tasas no incluyen los 250.000 millones de dólares a los que ya se les aplica una tasa del 25%.
Para la portavoz de la diplomacia china, esta decisión se contradice con los acuerdos que los presidentes Xi Jinping y Donald Trump lograron en junio pasado en Osaka, al margen de la cumbre del Grupo de los veinte países industrializados y emergentes (G20)
"Lo condenamos enérgicamente", remarcó.
Hua señaló que la imposición de aranceles acarreará consecuencias negativas para la economía global.
EEUU y China —primera y segunda economías del mundo, respectivamente— libran una guerra comercial desde junio de 2018, cuando el presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles a las importaciones chinas en un intento por equilibrar el déficit comercial.
Desde entonces, los dos países han impuesto varias rondas de tarifas.
A finales de junio pasado, los presidentes Trump y Xi acordaron una tregua de 90 días durante la cual EEUU y China se abstendrían de imponer aranceles adicionales para que sus equipos negociadores lograran una solución a la guerra comercial.