"Las resoluciones de forma general permiten la creación de redes para personas naturales en varias modalidades", que pueden ser personales y locales con determinado alcance, dijo Pla.
Estas redes estarán disponibles para negocios privados como los talleres de reparación de teléfonos móviles, conocidos popularmente como clínicas del celular, o restaurantes o cafeterías llamadas "paladares" que pueden conectarse a las zonas estatales de wi-fi y redistribuir la señal sin costos adicionales.
Los cubanos podrán conectarse a la infraestructura de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), solicitando una licencia de operación que incluye conexiones a través de antenas externas para edificios o manzanas, siempre que no interfieran en la vía pública y no excedan el límite establecido de los 100 Mw.
Etecsa indicó que tampoco se regularán los servicios que puede dar una red privada a sus integrantes, como descargar archivos, aplicaciones, juegos y actualizaciones de antivirus, "siempre que no afecten la integridad y seguridad del país o promuevan informaciones contrarias al interés social, la moral y las buenas costumbres".
Después de que se estableció en diciembre del año pasado el uso de la tecnología 3G para los teléfonos móviles, aumentó el uso de las redes sociales, pero todavía el país está lejos de ofrecer acceso a internet a toda la población.
En la primera mitad de este año 5,5 millones de personas contaban con teléfonos celulares, de los cuales 2,5 millones tenían acceso a internet en un país de 11,4 millones de habitantes, según cifras oficiales.