"Es hora de que el mundo tome nota y redoble nuestros esfuerzos, necesitamos trabajar juntos en solidaridad con la RDC para poner fin a este brote y construir un mejor sistema de salud", dijo Ghebreyesus en un comunicado publicado en el sitio web del organismo internacional.
"Es importante que el mundo siga estas recomendaciones, también es crucial que los Estados no utilicen la ESPII como excusa para imponer restricciones comerciales o de viaje, lo que tendría un impacto negativo en la respuesta y la vida de la población en la región", afirmó el jefe del Comité, Robert Steffen.
El brote actual de ébola en la RDC comenzó en julio de 2018 y, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud del país africano, ha provocado 1.676 muertos.
La enfermedad, que se contrae mediante el contacto directo con órganos, sangre u otros líquidos corporales de las personas infectadas y con materiales contaminados, va acompañada de fiebre, debilidad y dolores musculares, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.