"Si yo pensara que sentándome a la mesa podemos resolver el problema lo haría inmediatamente, pero los gobiernos se sientan a la mesa a través de los ministros y sus subsecretarios", respondió Piñera en el canal de televisión local Mega, ante la pregunta de por qué no se ha reunido con los docentes.
El mandatario afirmó que la ministra de Educación, Marcela Cubillos "está absolutamente comprometida con resolver este problema, no ha sido un trabajo fácil para ella pero de verdad estamos haciendo un esfuerzo y vamos a seguir haciéndolo para mejorar las condiciones de trabajo y las remuneraciones de los profesores".
No obstante, agregó que "no podemos hacerlo todo en un día, porque hay muchas otras necesidades".
La semana pasada se quebraron las conversaciones entre el Gobierno y el profesorado chileno luego de que el ministerio de Educación les pidiera deponer la huelga para dialogar.
Ante aquello, el 3 de julio el Colegio de Profesores realizó una movilización a nivel nacional a la que también se sumaron estudiantes secundarios y universitarios, y aseguraron que no depondrán el paro.
Además, pidieron la intervención directa de Piñera, sin intermediarios.
Casi 80.000 profesoras y profesores están en huelga en todo el país, y un millón de estudiantes no reciben clases, según estimaciones de los sindicatos.
Los profesores reclaman contra una evaluación a los docentes que consideran excesiva, piden subvención para los estudios de profesoras de jardines de infantes y pago de horas extras.
Además, manifiestan su rechazo al cambio en la malla curricular para los alumnos de los últimos años de colegio, anunciado por el Gobierno, que establece que los estudios de historia y de educación física serán optativos y no obligatorios.
En 1981 el régimen del entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) concedió un aumento de salarios para todos los empleados públicos del país de hasta 90%.
Pero en ese periodo las escuelas públicas dejaron de depender del Estado nacional y pasaron a ser controladas por las alcaldías de cada comuna, que nunca honraron esos aumentos salariales.
Se estima que más de 90.000 docentes fueron afectados por esa medida, de los cuales unos 30.000 ya fallecieron, y que el monto adeudado rondaría los 14.000 millones de dólares.
