Con estas medidas se "refuerza el bloqueo económico impuesto a Cuba por más de 60 años, a un costo para la economía cubana que en 2018 superaba los 134.000 millones de dólares a precios corrientes, y la cifra de 933.000 millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional", consigna un comunicado difundido por el Gobierno cubano.
La Habana sostiene que estas sanciones tienen como objetivo "arrancarle concesiones políticas a la nación cubana, mediante la asfixia de la economía y el daño al nivel de la población".
"En este caso particular, las medidas buscan también impedir que el pueblo de Estados Unidos conozca la realidad cubana y derrote así el efecto de la propaganda calumniosa que a diario se fabrica contra nuestro país", añade el documento.
Según la declaración, las recientes medidas adoptadas por la Casa Blanca desconocen la opinión mayoritaria del pueblo estadounidense, "cuyo interés por conocer Cuba y ejercer su derecho a viajar se demostró en los 650.000 [ciudadanos estadounidenses] que nos visitaron en 2018, junto a medio millón de cubanos residentes en Estados Unidos".
Cuba acusa a Bolton de "adueñarse de la política exterior de Estados Unidos hacia el hemisferio occidental, lo que constituye la principal amenaza a la paz y la estabilidad de toda la región", expresa el documento.
Asimismo, calificó de calumnia las acusaciones de EEUU de que el Ejecutivo que preside Miguel Díaz-Canel interviene militarmente en Venezuela, argumento rechazado públicamente por las autoridades de la isla.
"Llegan al extremo inescrupuloso de proponer a Cuba que traicione sus convicciones y los principios que han acompañado a la política exterior de la Revolución Cubana, a cambio de promesas de negociación o alivio de las medidas draconianas y criminales que componen el bloqueo económico", agrega el documento.
La declaración del Gobierno cubano reitera además su solidaridad con Venezuela, y asegura que la isla "no se dejará amedrentar, ni distraer de las tareas esenciales y urgentes del desarrollo de nuestra economía y la construcción del socialismo".
En abril, Trump eliminó las prohibiciones impuestas por los tres presidentes que lo precedieron contra demandas realizadas por ciudadanos estadounidenses que buscaban una compensación por las propiedades incautadas por el Gobierno cubano luego de la revolución iniciada en 1959.
