Se señala que los militares heridos fueron trasladados a hospitales locales.
Se han enviado refuerzos a la zona y "se está llevando a cabo una operación para capturar a los terroristas".
El conflicto entre Turquía y el PKK se recrudeció en 2015, después de que fracasara un alto el fuego por una serie de ataques terroristas presuntamente cometidos por miembros de la organización kurda.
Desde julio de 2015, unos 1.000 militares y policías turcos, así como unos 500 civiles, murieron como resultado de los ataques de insurgentes kurdos.
El Ministerio de Defensa de Turquía estima que en el mismo período fueron neutralizados más de 10.000 combatientes del PKK.