"Con su ayuda me gustaría visitar, junto con especialistas rusos e internacionales en mamíferos marinos, la bahía Srédniaya en Primorie, evaluar el estado de las orcas y las belugas y ayudar a las autoridades rusas a planificar su rehabilitación y liberación", dice la carta de Cousteau, enviada al jefe de Primorie, Oleg Kozhemiako.
Una copia de su carta fue enviada a las autoridades de Rusia "debido a la urgencia de la situación y las decisiones tomadas a nivel federal" y fue difundida también por varias organizaciones.
Antes, Cousteau y sus colegas científicos llamaron a las autoridades rusas a que reintrodujeran a estos animales en su hábitat, y ofrecieron su ayuda.
El jefe de Primorie, Oleg Kozhemiako, invitó a científicos, incluido Jean-Michel Cousteau, para ayudar a resolver el asunto.
El presidente ruso Vladímir Putin pidió a la Fiscalía General comprobar la situación de las orcas y las belugas que se mantienen cautivas en la bahía Srédniaya, y al Gobierno federal, estudiar si se requieren algunas enmiendas a las leyes vigentes en materia de la captura, la protección y la utilización de mamíferos marinos.
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Varios meses antes, activistas de Greenpeace denunciaron que Rusia vendió ilegalmente a China en los últimos cinco años al menos 15 orcas, valoradas en millones de dólares cada una, y que existían planes para exportar otras 13.