"No tiene sentido, no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del derecho, pues sin el respeto a las leyes no existe ni convivencia ni democracia, sino inseguridad, arbitrariedad y, en definitiva, quiebra de los principios morales y cívicos de la sociedad", dijo el monarca español.
Felipe VI pronunció estas palabras durante un discurso ofrecido en Madrid tras recibir el premio Premio Mundial de Paz y Libertad que concede la Asociación Mundial de Juristas.
En su discurso, pronunciado en un contexto de cuestionamiento de la democracia española por parte de los sectores independentistas, Felipe VI afirmó que el premio es "un reconocimiento a la democracia constitucional española".
"Es cierto que la democracia española ha tenido que hacer frente a dificultades serias y graves, pero la España constitucional ha demostrado su fortaleza democrática, sus firmes principios y sus convicciones sólidas y profundas", señaló.
La intervención del monarca también hizo un llamamiento a todos los oyentes a oponerse al "totalitarismo, la tiranía y la demagogia" defendiendo "la legitimidad del pluralismo" y "fomentando la convivencia y la tolerancia".
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