Lo dijo en conversación con Radio Sputnik el portavoz de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Extremadura, Luis Cortés. Dijo que el precio del kilo de melocotón y nectarina "durante los meses de julio y agosto" bajó a "alrededor de 30 céntimos de euro", lo que "prácticamente no paga ni con mucho los costes de la producción", una situación que perdura desde hace varios años.
De acuerdo a Luis Cortés, es una "decisión drástica" no solamente desde el punto de vista económico, teniendo en cuenta "inversiones importantísimas" que se hicieron, por ejemplo, en "cámaras frigoríficas, camiones o cosechadoras" para poder abastecer a los consumidores rusos de productos agrícolas españoles.
"Desde el punto de vista anímico es horroroso para un agricultor arrancar un frutal, porque lo ha visto crecer, lo trató con cariño", indicó, al agregar que "producir un frutal no es como producir una lechuga o un tomate", porque, entre otras cosas, hay que "esperar 3-4 años a que empiece a producir".
Refiriéndose al caso particular de Extremadura, Luis Cortés señaló que se tendría que arrancar unas 2.000 hectáreas de frutales, subrayando que la media del coste de la producción de cada hectárea ronda unos 5.000 euros, con lo cual se trata de "una pérdida de unos 10 millones de euros" para esa comunidad autónoma. Basta con multiplicar esa cifra para tener una idea del impacto de la guerra de sanciones con Rusia para el campo español en general.
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"Han sido la Comisión Europea y la Unión Europea los que nos han metido en esta situación tan crítica. Nos crean un problema y después no ponen la medida necesaria para solucionarlo", manifestó Luis Cortés.
Subrayó que las autoridades comunitarias ni siquiera quieren oír hablar de que les pidan ayudar a arrancar frutales y tampoco tienen ánimo para compensar las pérdidas a un sector que está en la "ruina".