La ONG publicó este 17 de enero su informe anual en el que examinó las violaciones de los derechos humanos en más de 100 países de todo el mundo.
Según el documento, más de 400 personas murieron o resultaron heridas en los días de las elecciones parlamentarias en Afganistán en octubre pasado, en particular, durante ataques selectivos contra votantes y centros de votación.
El comunicado subraya que al menos 14 periodistas murieron en la república islámica en 2018, 11 de los cuales fallecieron como resultado de los atentados suicidas con bombas de la célula local del grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
Más de 600 personas, de acuerdo al informe, murieron o sufrieron heridas por ataques de las fuerzas aéreas de EEUU y Afganistán, el 60 por ciento de las víctimas son mujeres y niños.
Se observa que la mayoría de los niños murieron o sufrieron heridas en explosiones de bombas caseras utilizadas por los rebeldes, o el restos de explosivos empleados por todas las partes del conflicto.
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh, pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
A finales de octubre pasado, Afganistán celebró las elecciones parlamentarias que estaban pospuestas desde 2016.
Unos días antes de la votación, los talibanes amenazaron a los votantes potenciales de las elecciones parlamentarias, que no reconocieron.