"Con todos los avances que el mundo observó el año pasado, parece aún más lamentable que la realidad de los derechos humanos en el terreno no haya cambiado y siga siendo extremamente grave", dijo Ojea Quintana.
Al mismo tiempo, según el reportero, las autoridades de Corea del Norte están conscientes de que deben mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos lo que constituye "el primer paso importante para enfrentar los desafíos".
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Al presentar su discurso este 11 de enero en Seúl, adonde realizó una visita de cinco días, Ojea Quintana señaló que en vez de en la capital surcoreana debería estar en Pyongyang pero el Gobierno de Corea del Norte no se mostró interesado en cooperar.
El representante de la ONU subrayó que para lanzar el diálogo es importante que la misión de derechos humanos de las Naciones Unidas visite el país y escuche la voz de la población y las autoridades mientras que la posición de Pyongyang va en contra a los principios de la cooperación internacional."Este año 2019 será una prueba crucial para la paz y la desnuclearización y también para una nueva actitud de Corea del Norte respecto a los derechos humanos", concluyó Ojea Quintana.
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Además, el relator denunció los casos de torturas en prisiones norcoreanas, el constante control del Estado sobre la vida de los ciudadanos, la prohibición de abandonar el país y numerosos casos de corrupción, entre otras infracciones.
También llamó al Gobierno norcoreano a iniciar el diálogo y construir la confianza en lo que se refiere a los derechos humanos.
Asimismo, expresó la esperanza de que el 2019 marque una nueva era en los derechos humanos en Corea del Norte.