Según Brnabic, si todo se mantiene, el año que viene el país perderá "unos 540,5 millones de euros, lo que se aproxima a unos 43 millones de euros mensuales".
La funcionaria serbia se encuentra en una visita de dos días en Bruselas, donde se entrevistó con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y participó con ella en una rueda de prensa conjunta.
En noviembre, en un claro desafío a Bruselas, el Gobierno de la autoproclamada República de Kosovo aumentó del 10 al 100% los aranceles a todos los productos procedentes de Serbia y Bosnia y Herzegovina.
En varias ciudades de Kosovo se celebraron protestas pacíficas contra los aranceles de Pristina.
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Mogherini instó al líder kosovar, Hashim Thaci, a cancelar los aranceles a los productos provenientes de Serbia y Bosnia y Herzegovina, pero esa petición fue ignorada.
En 1999, la confrontación armada entre los albaneses y las fuerzas serbias en la antigua provincia yugoslava de Kosovo derivó en numerosos muertos y violaciones de derechos humanos.
El 24 de marzo de aquel año, la OTAN, sin autorización de Naciones Unidas, bombardeó el territorio de Yugoslavia, matando a casi 2.000 civiles.
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En 2008, Kosovo proclamó unilateralmente su independencia, que Serbia, Rusia, China, España e Israel, entre otros países, no reconocen.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, mientras las Comoras y las islas Solomón revocaron el reconocimiento de la independencia unilateral de ese territorio.
Según el Ministerio de Exteriores serbio, también retiraron su reconocimiento la Mancomunidad de Dominica, Surinam, Liberia, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Bissau, Burundi, Papúa Nueva Guinea, Lesoto y Granada.