Se trata del proyecto Kanatojod ('Funámbulo', en español), que busca conjugar las capacidades de un dron volador con una plataforma móvil apta para las redes eléctricas.
Luego el dron empieza a analizar la línea y transmitir sus hallazgos al centro de mando. Se puede programar la misión del dron mediante una simulación en 3D y las baterías se recargan con la misma red eléctrica.
El objetivo del proyecto es crear un sistema capaz de inspeccionar las líneas de cables de transporte de electricidad sin arriesgar la salud de los inspectores humanos ni cerrar el flujo de electricidad.
A pesar de que el proyecto está en las primeras fases de su realización, varias empresas extranjeras se han mostrado interesadas en el proyecto estrenado en la feria especializada Middle East Electricity 2018 celebrada en Dubái.
La presentación del proyecto está disponible en inglés:
Según el comunicado de Skolkovo, la empresa rusa logró atraer el interés de múltiples empresas gestoras de electricidad de diferentes partes del mundo, incluidas algunas de América Latina, Asia y Oriente Medio.
Para el director y constructor general del Kanatojod, Alexandr Lemej, la rápida decisión se debe al enfoque innovador de DEWA, que busca tecnologías prometedoras para incorporarlas lo más rápido posible.
"A pesar de que la finalización del proyecto todavía está lejos, la posibilidad de mostrar las nuevas tecnologías rusas en la infraestructura de las empresas energéticas extranjeras ya es una prueba en sí misma de las ventajas de nuestro proyecto frente a los competidores", sostuvo el ingeniero.
La longitud total de los cables eléctricos en Rusia es de 2,5 millones de kilómetros, por eso la gestora rusa apoyó el proyecto y se comprometió a incorporar el novedoso dron para los ensayos y su uso posterior.
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