"Las consecuencias de la crisis económica, financiera y social ya están superadas, en cierta medida", dijo Juncker.
Agregó que el nivel del desempleo en los países bajó hasta los índices de 2007.
La crisis económica mundial afectó la Unión Europea en 2008 provocando el crecimiento del paro y el empeoramiento de la dinámica del PIB.
Varios países de la UE tuvieron que solicitar ayuda exterior para lidiar con sus problemas económicos y financieros.
Aunque en los últimos años se han mejorado las dinámicas del paro y del PIB, en 2017 el número de los desempleados en la UE se situó en el 7,6%, según Eurostat.
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