"Fue una reunión fructífera, creo que es importante tener un diálogo directo entre la OTAN y Rusia", dijo Stoltenberg a los periodistas al término del encuentro.
A la vez, el jefe de la Alianza Atlántica indicó que existen "grandes discrepancias sobre los temas como Ucrania y Salisbury lo que, creo, les da la mayor importancia a nuestras reuniones y discusiones".
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, la Unión Europea (UE), EEUU y varios países de su órbita impusieron sanciones contra Rusia por su supuesto papel en la crisis ucraniana, algo que Moscú ha negado y respondió a quienes impusieron medidas de restricción en su contra con un embargo agroalimentario.
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Además, a Rusia se le acusa de interferir en las elecciones en EEUU, Francia y el Reino Unido, aunque hasta ahora no se conoce ninguna prueba.
Tampoco fueron presentadas pruebas de su supuesta implicación en el envenenamiento del ex espía doble Serguéi Skripal y su hija ocurrido el 4 de marzo pasado.
Rusia rechaza haber sido parte del caso Skripal, así como la supuesta injerencia en las elecciones de otros Estados y tacha esas acusaciones de infundadas.
Stoltenberg afirmó que durante su reunión con el canciller ruso se abordó el tema de la eventual creación de una base militar estadounidense en Polonia.
"Examinamos este asunto durante la reunión" al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, dijo el jefe de la OTAN a la prensa.