"De nuevo se está usando estas sesiones como plataforma de agresión a nuestro país como un abordaje selectivo de la crisis", dijo el embajador venezolano ante la OEA, Samuel Moncada, apenas comenzada la sesión.
Mientras el representante de Nicaragua, se sumó al rechazo de la sesión que definió como parte de las "agendas injerencistas y golpistas contra los países progresistas de América Latina".
Para junio pasado se estimaba que 2,3 millones de venezolanos habían salido de su país para dirigirse principalmente hacia Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Chile, de acuerdo con cifras de las Naciones Unidas.
La sesión de la OEA de este miércoles comprendía un informe a cargo del secretario General, Luis Almagro y sendas presentaciones a cargo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y del Instituto de Política Migratoria.
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La presidenta del Consejo, embajadora costarricense Rita María Hernández Bolaños, informó en la apertura que, pese a las invitaciones cursadas, no asistirían a la sesión delegados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y de la Organización Internacional de las Migraciones.