En concreto, los agentes recuperaron 69 fardos de arpilleras con 2.407 kilogramos de hachís en su interior, según consta en un comunicado emitido por el Ministerio del Interior.
De acuerdo con el relato de las autoridades, un helicóptero de la Guardia Civil detectó la presencia de una embarcación sospechosa y esta, al percatarse de la presencia policial, emprendió una huida a gran velocidad hacia las costas de marruecos, siendo perseguida por patrulleras del citado cuerpo.
La persecución culminó en la bocana del puerto de Tánger (en la vertiente marroquí del Estrecho de Gibraltar), después de que un helicóptero de la Guardia Civil se percatase de que la embarcación no transportaba más fardos, ya que estos habían sido arrojados al mar por los traficantes para conseguir una mayor punta de velocidad durante su huida.
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Aunque los tripulantes de la embarcación no fueron capturados, en una batida posterior las autoridades consiguieron recuperar los fardos de hachís.