Las explosiones que se pueden apreciar en los videos subidos por la institución en su canal de YouTube tuvieron lugar entre 1945 y 1962. Las grabaciones forman parte de las más de 10.000 que fueron hechas a lo largo de estos años y hasta ahora se mantenían en secreto.
Desde el 2017, el laboratorio nacional Lawrence Livermore está llevando a cabo un proyecto de digitalización de las antiguas grabaciones que fueron hechas con cámaras de alta velocidad.
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Según se informa en el comunicado del laboratorio, los vídeos se utilizan para mejorar la precisión de los modelos virtuales que permiten evitar la realización de ensayos con explosiones de verdad.
"Son armas devastadoras y espero que nunca se usen en guerra", concluyó Gregg Spriggs, jefe del proyecto.
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