El tratado fue firmado en La Habana el 13 de diciembre de 2016 y estipula que se aplica solo si el condenado es un ciudadano del estado receptor y, en relación con los nacionales de Cuba, también si reside permanentemente en el territorio de ese país.
Sin embargo, el traslado es posible si el castigo en forma de pena de muerte se sustituye por castigo en forma de privación de libertad conforme con la legislación del estado emisor, dice el texto del tratado.
Además, el tratado se aplica si el veredicto entra en vigor y el condenado en el estado emisor no está bajo procedimiento penal o de otro tipo.
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Una vez ratificado el tratado, los tres ciudadanos rusos que fueron condenados a encarcelamiento en la isla caribeña ahora podrán cumplir esa condena en su país de origen, mientras los seis cubanos que se encuentran en cárceles de Rusia partirán a Cuba, declaró con anterioridad el viceministro de Justicia, Maxim Trávnikov.
