"El tema venezolano dolorosamente ha dividido mucho la región, ha polarizado posiciones, ha exacerbado conflictos intrarregionales que solo perjudican a nuestros pueblos, porque las clases políticas tienen sus afectos, sus encuentros y desencuentros, pero quienes sufren finalmente los efectos son los pueblos de los países latinoamericanos y caribeños", señaló.
"El problema venezolano es un problema político que amerita soluciones políticas y esto en el marco de la decisión soberana del pueblo venezolano", afirmó.
La canciller indicó que el Ecuador respeta la soberanía de los países vecinos y se abstiene de interferir en los asuntos internos de estos.
"Nuestra constitución manda a la no injerencia en los asuntos internos de otros estados, estamos preocupados por lo que pasa en Venezuela, queremos que haya unas elecciones libres, democráticas y que el pueblo venezolano se pronuncie", afirmó.
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La canciller comentó en ese sentido que las sanciones unilaterales solo afectan nuevamente al pueblo venezolano y realmente no resuelven los problemas que se requiere resolver en Venezuela.
Finalmente, la ministra llamó a no restar importancia al asunto, pero lamentó que se sobredimensione el conflicto por sobre la realidad latinoamericana.
"El caso de Venezuela realmente se pinta como la única preocupación de América Latina, y eso me parece que es una mirada reduccionista", concluyó.