"El Gobierno brasileño lamenta que el proceso negociador haya sido interrumpido y reitera que sigue abierto a construir soluciones razonables para ambas partes", informaron en un comunicado conjunto los ministerio de Relaciones Exteriores y de Industria, Comercio Exterior y Servicios.
El Gobierno brasileño resaltó que "cualquier medida restrictiva" que se implante a partir de ahora será responsabilidad exclusiva del Gobierno de EEUU, y que no ha habido ni habrá participación del Gobierno o del sector productivo brasileño en el diseño e implementación de esos límites a las exportaciones brasileñas.
"El Gobierno reitera su convicción de que eventuales medidas restrictivas no son necesarias y no se justifican bajo ningún punto de vista; está convencido, además, de que al margen del impacto negativo para las exportaciones brasileñas y el comercio bilateral serán perjudiciales para la integración de los sectores productivos de los dos países y para sectores de la economía de EEUU que utilizan bienes de calidad procedentes de Brasil", añadió el Gobierno.
La administración brasileña dijo mantener la expectativa de que el país norteamericano no siga adelante con su plan, pero avisó de que, en todo caso, adoptará en los ámbitos bilateral y multilateral, "todas las acciones necesarias", para preservar sus derechos e intereses, pero no precisaron cuáles.
En las negociaciones con los representantes estadounidenses las autoridades brasileñas aclararon que los productos de Brasil no son una "amenaza a la seguridad nacional" de ese país (argumentó que usó el presidente Donald Trump para limitar las importaciones) y sobre todo usaron el argumento de que las industrias de ambos países se complementan.
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Casi el 80% de las exportaciones brasileñas de acero son de productos semiacabados, que utiliza básicamente la industria siderúrgica estadounidense.
las empresas brasileñas realizaron grandes inversiones en EEUU y
Los representantes brasileños también destacaron que las empresas brasileñas realizaron grandes inversiones en la potencia norteamericana y en el caso del aluminio las exportaciones del país sudamericano son muy reducidas, lo que hace que en los últimos diez años EEUU obtenga superávit favorable en casi 250.000 millones de dólares.