"Los EEUU van a negociar la exención del acero con el Gobierno brasileño; la sobretasa no entrará en vigor mientras las conversaciones estén en marcha", informó el Ejecutivo a través de la red social Twitter citando al propio presidente.
Temer anunció la medida durante la reunión del Consejo De Desarrollo Económico y Social citando una carta de la Casa Blanca en que la que se afirma que Brasil es uno de los países con quien se empezarán las negociaciones.
Desde que se anunciaron las sobretasas el Gobierno brasileño se manifestó frontalmente en contra y alertó de que la medida tendría efectos desastrosos para su economía.
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El presidente aseguró desde un principio que apostaba por el diálogo para resolver el asunto, pero la semana pasada afirmó que estudiaba la posibilidad de recurrir a la Organización Mundial del Comercio junto a otros países si no había una solución "amistosa".
Meirelles explicó al funcionario estadounidense que las tasas en el caso de Brasil no tenían sentido dado que el país sudamericano es productor de acero, el que mayoritariamente es utilizado por la industria del país norteamericano para acabar sus productos.
Según el Gobierno brasileño casi 80 por ciento de las exportaciones brasileñas de acero son de productos semiacabados, que son utilizados como materia prima por la industria siderúrgica estadounidense.
Al mismo tiempo, Brasil es el mayor importador de carbón siderúrgico de EE.UU (casi 1.000 millones de dólares en 2017), que se destina sobre todo a la producción brasileña de acero exportado a ese país.