“Entendemos y apoyamos lo que el Gobierno británico ha decidido hacer en términos de expulsar a los diplomáticos rusos de su país”, dijo Nauert, quien añadió: “No vamos a adelantar nuestras iniciativas, pero estamos mirando de cerca (la situación) y podríamos tomar medidas”.
El 4 de marzo el exespía ruso Skripal, residente en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury.
La primera ministra británica Theresa May afirmó sin pruebas que es alta la probabilidad de que Rusia esté implicada en el envenenamiento de Skripal y su hija de 33 años con el gas nervioso.
El Kremlin declaró el miércoles que considera inadmisibles las acusaciones infundadas y los ultimátums en relación con el envenenamiento de la familia Skripal, ya que Moscú "no tiene nada que ver con el incidente".
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Asimismo, la semana pasada el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, tachó de disparate las insinuaciones que apuntan a su país y ofreció colaboración al Gobierno británico para investigar el caso.