Los entrenamientos tuvieron lugar en la base de Luzhski, situada en la provincia rusa de Leningrado. Aparte de los proyectiles Krasnopol de 152 milímetros, los soldados del Distrito Militar Occidental utilizaron obuses autopropulsados Msta-S.
Creado en el siglo pasado, el Krasnopol tiene un alcance de 20 kilómetros. Este proyectil, cuya ojiva pesa 8 kilogramos, puede ser lanzado tanto por los antiguos obuses D-20 como por los modernos Msta-S y Koalitsiya-SV.
Aparte de tener una carga altamente explosiva, el Krasnopol dispone de un láser que, con la ayuda de un operador, afina la trayectoria del proyectil hasta su objetivo. Es por eso que se puede decir que el uso del Krasnopol se asemeja a una operación quirúrgica realizada con un bisturí, escribió el periodista Dmitri Litovkin en un artículo para la cadena rusa Zvezda.