Justin Dargin es especialista en mercado energético internacional en la Universidad de Oxford. En una entrevista con Sputnik, advierte que ese aumento en las importaciones de gas al Reino Unido es un ejemplo de la tendencia que adoptará Europa, al menos, a medio plazo. Y ello a pesar de que Estados Unidos planea hacerse con una parte del pastel energético europeo abasteciendo al Viejo Continente de gas natural licuado.
"Es evidente que las compañías energéticas estadounidenses desean aumentar sus exportaciones (…) y hacerse un hueco entre las empresas que tradicionalmente exportan a Europa. A la vez, es necesario tener en cuenta que, a pesar de los anuncios de Bruselas de las últimas décadas referentes a que Europa busca formas de diversificar las importaciones de hidrocarburos, estamos viendo que las de Rusia están aumentando", señala Dargin.
No obstante, reconoce que las exportaciones energéticas procedentes de Estados Unidos son posibles. Según el portal BritishGas, en la actualidad el 13% del gas que utiliza el Reino Unido proviene de ultramar.
"Pero no cabe esperar [que el gas estadounidense] desplace a Rusia como principal exportador de gas a medio plazo", puntualiza.
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A principios de 2018 llegaba a Boston (EEUU) el primer cargamento de gas licuado ruso procedente de Yamal LNG. El metanero encargado de transportarlo a través del Atlántico fue el francés Gaselys. Dargin explica que la entrega de gas ruso a Estados Unidos no tiene nada que ver con las sanciones impuestas a Rusia. "No tienen por qué influir en las importaciones de gas ruso", subraya.
"No están dirigidas a obstaculizar las importaciones de Rusia. Se trata de algo que hay que recordar. Por eso las sanciones no influyeron en ello", concluye.