"Puesto que el castigo comenzó muchos años atrás, ellos (los niños) comenzaron a ser atados primero con sogas; estos acusados pasaron luego a usar cadenas y candados para mantener a sus víctimas sujetas en las camas", dijo Hestrin para añadir que "los castigos incluían golpizas frecuentes e incluso estrangulamiento".
Los Turpin se declararon inocentes de todas las acusaciones, informó poco después la oficina del fiscal de distrito en un comunicado divulgado por Twitter.
"Dave y Louise Turpin introdujeron declaraciones de inocencia de todos los cargos en el caso de tortura. La próxima audiencia se llevará a cabo el 23 de febrero", dice el texto.
David and Louise Turpin enter not guilty pleas on all counts in Perris torture case. Next court date is Feb. 23.
— Riverside DA Office (@RivCoDA) January 18, 2018
El auto de procesamiento de los Turpin sostiene que el abuso comenzó luego de que la familia se mudó al condado de Riverside en 2010, y se mantuvo hasta que uno de los hijos escapó con un teléfono móvil y llamó a la policía.
Hestrin describió a los hermanos, con edades que van de los dos a los 29 años, como "aliviados" de que su calvario haya terminado pero que afrontan años de tratamiento médico y psicológico.
"Todas las víctimas estaban y siguen estando gravemente desnutridas", dijo el fiscal para añadir que "varias presentan deficiencias cognitivas y neuropatías, que es un daño neurológico resultado de este abuso físico extremo; a ninguna se le permitía bañarse más de una vez por año".
Como ejemplo, Hestrin explicó que uno de los niños, de 12 años, tiene el peso de uno de siete años, mientras la hermana mayor, una mujer de 29 años, pesa apenas 37 kilogramos.