"Para tomar posesión tiene que hacerlo físicamente, porque no puede tomar posesión desde Bruselas, y si no lo hace, el artículo 155 seguirá en vigor", dijo Rajoy sobre el líder Carles Puigdemont —cabeza de lista de la coalición independentista Junts Per Catalunya (JxCat)—, que se encuentra en la capital belga desde principios de noviembre para eludir a la justicia española.
Puigdemont ha sido acusado por los tribunales españoles de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña.
Entre las fórmulas que manejan las fuerzas independentistas se encuentra la posibilidad de una investidura telemática o una investidura delegada, a través de la lectura de una declaración a cargo de otro diputado.
El jefe del Ejecutivo hizo especial hincapié en que los términos establecidos por el Senado para la aplicación del artículo 155 en Cataluña determinan que la intervención seguirá vigente hasta que haya un nuevo presidente en la Comunidad Autónoma.
En su intervención ante la prensa, que se produjo tras reunirse con la cúpula de su partido para analizar la situación política del país, Rajoy destacó la polémica aplicación del 155 como un antecedente positivo para la política española.
"Se ha sentado un precedente para el futuro, se ha demostrado que la democracia española tiene instrumentos para defenderse y que, cuando se le ataca, esos instrumentos se ponen en marcha", afirmó.
El líder conservador dijo haber aplicado el 155 como un "hecho excepcional" no para "prohibir el independentismo" sino para "obligar a los independentistas a respetar la ley".
"Hemos tenido que cesar a un Gobierno democráticamente elegido y hemos tenido que disolver a un Parlamento, y este es un hecho excepcional", prosiguió Rajoy, que manifestó su deseo de dejar atrás esta situación para volver a la "normalidad institucional".