Esta carretera invernal se extiende a lo largo de 120 km sobre el mar helado y está abierta al tráfico solo durante los dos meses más fríos del año. La periodista Noemi Penna, del medio italiano La Stampa, visitó la zona y se quedó totalmente impactada por el 'zímnik' siberiano.
"Tras observar estos enormes espacios blancos, resulta difícil entender dónde termina la tierra y dónde empieza el mar", reveló. Según la periodista, los habitantes de Aion están separados del continente por "120 kilómetros de hielo y terror".
Penna detalló que gracias a las temperaturas de entre —15 y —35 grados bajo cero los camiones más pesados tienen la oportunidad de circular por esta carretera para transportar a la isla todo lo necesario, en particular, medicamentos, productos alimenticios y combustible.
"La mayoría de los 400 habitantes de Aion nunca ha estado en el continente", reveló la periodista.
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La italiana agregó que en mayo, el 'zímnik' se derrite, mientras que las comunicaciones entre Pevek y Aion se mantienen por vía aérea con helicópteros o por vía marítima —pero solo en el período que va de agosto a octubre—.