Las fuerzas gubernamentales dominaron el punto mas alto en la frontera de las gobernaciones de Al Quneitra y Damasco, tras una operación antiterrorista que duró tres meses.
El Ejército sirio y sus aliados enfrentaron en esta región a combatientes del grupo terrorista Daesh (autoproclamado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), así como otros grupos opositores armados.
Luego de que los militares cercasen a los terroristas, los líderes se vieron obligados a aceptar las condiciones de las Fuerzas Armadas y se les permitió trasladarse a Deraa tras dejar el armamento pesado.