"Hay una desconfianza empírica, una desconfianza basada en los hechos, que tras 27 años de administración, salvo el periodo de [expresidente y actual candidato presidencial Sebastián] Piñera (2010-2014), el modelo en términos macro sigue siendo el modelo heredado de la dictadura, el modelo económico, productivo, social, constitucional, democrático" de la dictadura, sostuvo el legislador opositor durante una visita a Uruguay.
La única excepción se registró en 2005, durante la presidencia de Ricardo Lagos (2000-2006), cuando se reformó la Constitución de 1980 eliminando las categorías de senadores vitalicios y designados, entre los que se encontraba el propio Pinochet, explicó Jackson, diputado y dirigente de Revolución Democrática, uno de los partidos del FA.
La Concertación de Partidos para la Democracia se fundó en 1988 como una coalición amplia para derrotar a la dictadura y estuvo conformada por los partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Radical Socialdemócrata y Por la Democracia.
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La Concertación dejó formalmente de existir en 2013, cuando sus partidos decidieron fundar la Nueva Mayoría, una alianza a la que se sumaron también el Partido Comunista e Izquierda Ciudadana y que es la actual coalición gobernante.
"Los casos de corrupción que hemos visto en el último periodo, el financiamiento ilegal de la política nos hacen dudar, cuando hay un interlocutor, más allá de su retórica y su discurso, si es que realmente tiene autonomía frente a ese poder económico", dijo Jackson.
Nos preguntamos "qué va a poder a hacer, cuán cooptados están o no por los grupos económicos, por esa trenza entre el poder económico y la elite política", sostuvo.
El FA, por su parte, en una votación histórica, se quedó en tercer lugar con 20,27% de los votos y unos días después de los comicios anunció su rechazo a la candidatura de Piñera, pero sin dar un respaldo explícito a Guillier.
Más conservador que Bachelet
Durante la campaña Guillier se ha presentado como una "continuación" de la actual presidenta Michelle Bachelet, pero Jackson cree que no representa esa continuidad, ya que su propuesta de campaña no incluye iniciativas reformistas.
"El proyecto de Guillier, a diferencia del proyecto de Bachelet, no ha planteado una agenda reformista; ha planteado mantener lo que hizo Bachelet, a diferencia y en antagonismo con [el hecho de] que Piñera quiere retroceder en algunas cosas, entonces si me preguntas si Guillier es la continuidad de Bachelet, yo diría que no", sostuvo Jackson.
El diputado que entre 2010 y 2011 fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile, consideró que si Guillier fuera la continuidad que dice ser, "habría planteado un espíritu reformista, no un espíritu de mantener las cosas".
Jackson cree que Guillier "ha sido muy conservador" a la hora de proponer reformas.
A la coalición que encabeza Jackson la "frustra (…) que no sea capaz de especificar esas (reformas) para que haya algo de entusiasmo en el votante", lo que el diputado adjudica a cálculos electorales para no "asustar" a potenciales votantes un tanto más conservadores.
En su opinión, "la pregunta es: ¿seremos nosotros quienes estamos siendo engañados, o serán los sectores conservadores los que están siendo engañados?".
"Hay una legítima duda y desconfianza a partir de esa ambigüedad", sentenció.
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Jackson estuvo en Montevideo en los últimos días, participando el sábado del cierre del primer congreso de la agrupación IR, que hace parte de la coalición gobernante de Uruguay, Frente Amplio.