El pasado miércoles el presidente ruso, Vladímir Putin, examinó por teléfono con los dirigentes de estas repúblicas la iniciativa sobre el canje de prisioneros promovida por Víctor Medvedchuk, representante de Kiev en las negociaciones en el subgrupo para cuestiones humanitarias en Minsk.
Más tarde la vicepresidenta de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, Irina Gueráschenko, declaró que Kiev exige que Lugansk y Donetsk liberen a 88 prisioneros.
"Los líderes de Lugansk y Donetsk apoyaron la iniciativa sobre el canje, pero advirtieron que previamente se necesitará acordar muchos detalles con Kiev", dijo Peskov.
Según explicó, la situación no es fácil porque Kiev retiene, entre otras, a personas acusadas de "delitos muy graves".
"Es una categoría de prisioneros a la que no se extiende la amnistía y en la que puede ser incluida cualquier persona", indicó el portavoz del Kremlin.
El conflicto que, según las estimaciones de la ONU dejó más de 10.200 muertos, sigue sin resolverse, aunque en las reuniones celebradas en Minsk el Grupo de Contacto ya aprobó tres documentos que establecen los pasos ulteriores para el cese del fuego.
La nueva tregua con motivo del inicio del año lectivo empezó a regir en Donbás el 25 de agosto, sin embargo los bandos del conflicto se acusan de violarla prácticamente a diario.