El comunicado del ente indica que el 3 de noviembre "la aviación estadounidense bombardeó varias localidades, y como resultado fallecieron al menos 10 civiles afganos y más de 20 resultaron heridos".
"Llamamos enérgicamente a las autoridades afganas, a las organizaciones internacionales de derechos humanos a investigar de manera detallada e imparcial todas las circunstancias de lo sucedido", añade el texto.
Además la Cancillería rusa denuncia que "pese a que el hecho fue confirmado oficialmente por los expertos de la Misión de Asistencia de la ONU a Afganistán, los representantes de las fuerzas de seguridad afganas, así como el Mando de las tropas de EEUU y la OTAN en Afganistán desmienten víctimas entre la población civil".