Durante las pruebas dispararon con ambas armas de manera prácticamente ininterrumpida, deteniéndose únicamente para cambiar los cargadores.
Para garantizar la seguridad y proteger a los blogueros de quemaduras, estos usaron máscaras de soldador. Las medidas de precaución no fueron en vano, ya que después de disparar ininterrumpidamente, ambas armas empezaron a arder en las manos del tirador.
Con el fusil Kalashnikov —en el vídeo se usó el modelo WASR 10, fabricado por la empresa rumana Cugir sobre la base del Kalashnikov original— fueron necesarios 895 disparos para que el arma dejara de funcionar, mientras que la carabina M4A1 presentó problemas para seguir funcionando tras 569 disparos.
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