La diplomática explicó que se trata de vuelos realizados en las provincias norteñas de Afganistán controladas por grupos armados.
"Llamamos la atención de la misión de la ONU y pedimos investigar minuciosamente cada caso concreto", dijo Zajárova en una rueda de prensa.
Zajárova comentó que Moscú tiene información de que el 8 de agosto cuatro helicópteros habían despegado desde la base aérea del 209º Cuerpo del Ejército Nacional de Afganistán en Mazar-e Sarif (norte) y realizaron vuelos a una zona controlada por extremistas en el distrito de Aqchah, en la provincia de Jawzjan.
"Es curioso que los testigos de esos vuelos han empezado a desaparecer del campo visual de las fuerzas de seguridad afganas", indicó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques perpetrados por el movimiento islamista Talibán y, desde 2015, por el llamado Estado Islámico, o Daesh.
Ambos grupos están proscritos en Rusia como terroristas.
En los primeros cuatro meses de este año, el ejército y otros cuerpos de seguridad afganos sufrieron más de 2.500 bajas mortales, según un informe del Inspector Especial General de EEUU para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés).
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama, por sus siglas en inglés) documentó por su parte más de 1.660 civiles muertos y casi 3.600 heridos a causa del conflicto interno en el primer semestre de 2017.
