En julio del año corriente, el novedoso dispositivo se puso a prueba en lugares de ocurrencia de grandes incendios forestales. En la mayoría de los casos, el uso de los productos químicos alcanzó el efecto deseado y provocó fuertes lluvias, informó Rostec.
Según la corporación rusa, su invento podrá ser utilizado para combatir no solo incendios, sino también la sequía. Además, será útil también en el sector agrícola. La producción en serie del dispositivo ya está programada para finales del año corriente.
Además de los dispositivos y municiones, el consorcio está creando el portador de estas 'armas climáticas', el avión para las tareas especializadas químicas T-500, estrenado en la feria aeroespacial MAKS-2017. Esta aeronave está diseñada para las misiones agrícolas y es capaz de aterrizar y despegar en cualquier condición.
Según los pilotos de prueba, el avión es fácil de manejar y robusto en el vuelo. Además, va dotado con el sistema de paracaídas integrado que salvaría tanto al piloto como la aeronave en caso de emergencia.