"Hemos empleado todas las técnicas a nuestra disposición, encubiertas y manifiestas, para solventar el problema", afirmó el jefe de la Policía regional de Northumbria, Steve Ashman.
La contratación del pederasta, cuya identidad continua protegida, ha sido criticada por sectores de la comunidad y defendida por el alto responsable policial.
"Siempre es arriesgado pero el precio que perseguimos y que aseguramos en este caso es la protección de personas vulnerables y el ingreso en prisión de hombres muy peligrosos", Ashman.
Diecisiete hombres y una mujer han sido condenados por un total de 93 delitos en una serie de juicios que concluyó este 9 de agosto.
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Los delitos se perpetraron entre 2011 y 2014 e incluyen desde violación y tráfico humano a suministro de drogas y conspiración para incitar a la prostitución.
Las víctimas tenían entre 13 y 25 años en el momento de los abusos y vivían en residencias sociales o en familias con problemas.
Más de veinte jóvenes testificaron en los juicios celebrados en Newcastle, aunque se identificaron "278 víctimas" en el transcurso de las investigaciones, según adelantó el jefe de policía en una conferencia de prensa televisada.
Dos miembros de la banda han sido condenados a penas de prisión y el resto serán sentenciados en los próximos días.