"Compartimos totalmente esa opinión. El peligro radica en la falta de interacción y cooperación en los asuntos que son vitales para los dos países", comentó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
"Ya hemos dicho varias veces que el denominado 'Rusiagate' es totalmente absurdo e infundado", dijo Peskov.
El funcionario respondió con un escueto "no es una pregunta a la que debamos contestar" al ser inquirido sobre el avance de las pesquisas que realiza el fiscal especial estadounidense Robert Mueller.
Lea más: Sanciones, la 'droga favorita' de Washington
El 3 de agosto, Trump apuntó en su cuenta de Twitter que las relaciones con Rusia "están en el nivel más bajo, y muy peligroso, de todos los tiempos", hecho del que responsabilizó al Congreso de EEUU.
Our relationship with Russia is at an all-time & very dangerous low. You can thank Congress, the same people that can't even give us HCare!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 3, 2017
El 2 de agosto, el presidente Trump firmó una ley aprobada por amplia mayoría en el Congreso que amplía sanciones contra Rusia, Corea del Norte e Irán, aunque señaló que esas medidas eran "defectuosas".
La normativa prohíbe a particulares y compañías de EEUU el suministro directo o indirecto de maquinaria, tecnologías y servicios para nuevos proyectos de exploración y producción en aguas profundas, en la plataforma marítima del Ártico o proyectos de esquisto participados al 33 por ciento o más por las empresas rusas sujetas a sanciones.
Más aquí: Trump de rodillas ante el Congreso
De esta manera, la normativa estadounidense deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, en concreto en el proyecto Nord Stream 2 que prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.