"La región va a tener que ajustar, pero no se puede generalizar y decir que todos los países van a tener que hacerlo (…), la cuestión es cómo mejorar la productividad, es preocupante si gran parte del ajuste fiscal cae en la parte de infraestructura", dijo Végh.
El economista uruguayo, que participó de la conferencia "América Latina y el Caribe: Desafíos macroeconómicos en el corto y mediano plazo" organizada por la fundación Astur, alertó sobre las "altas" cifras de déficit fiscal de los países de la región, donde la media es del 5,2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, los países no pueden bajar la inversión en infraestructura, sobre todo la vial, porque el gasto en transporte es muy elevado y eso afecta la productividad.
"La inversión en infraestructura vial, yo diría que en el 80 por ciento de LAC [Latinoamérica y el Caribe] está en muy malas condiciones (…), el cálculo del costo de transporte de mercaderías es tres veces más alto que en Asia, y eso simplemente es un ejemplo", agregó.
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El Banco Mundial está trabajando para que los Gobiernos impulsen proyectos mediante las participaciones público-privadas con el fin de que las inversiones en infraestructura no sufran un revés a raíz de la desaceleración de la economía regional.
"Airear el sector público con el sector privado creo que es una forma de tratar de que la parte infraestructura, particularmente la parte de infraestructura vial, no sufra por un ajuste fiscal", insistió.
De todas maneras, el Banco Mundial observa un panorama optimista para este año ya que, tras un 2016 de recesión global en la región, espera un crecimiento de más de uno por ciento del PIB regional.
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Ese discreto avance se debe a las proyecciones de crecimiento para Argentina y Brasil, dos países que tienen un peso muy importante en la actividad económica de la región.