"El Consejo de Seguridad, la Asamblea General y todos los mecanismos de la ONU deben implicarse", señaló Al Thani en declaraciones recogidas por la cadena televisiva Al Jazeera.
Por su parte, el embajador de China ante la ONU, Liu Jieyi, aseguró a los periodistas que el Consejo de Seguridad se encargará de este problema cuando reciba una solicitud oficial.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar por su presunto apoyo al terrorismo.
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Posteriormente se sumaron al boicot diplomático Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; mientras que Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha.
La crisis se desencadenó después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir catarí Tamim bin Hamad al Thani a favor de la normalización de las relaciones con Irán.
El Ministerio catarí de Exteriores afirmó más tarde que el polémico discurso era falso, obra de piratas informáticos que habían atacado el sitio web de la agencia, pero Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos dieron poco crédito a la explicación.
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Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Doha una serie de condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca; unas exigencias que el Gobierno catarí rechazó tajantemente.