"Las acciones agresivas y las aspiraciones expansionistas del régimen de (el presidente de Turquía Recep Tayyip) Erdogan hacia el territorio de Siria representan una flagrante violación del derecho internacional y de las resoluciones de la ONU", dice el comunicado.
Resalta que la actuación "destructiva" de Turquía en localidades del norte de la provincia siria de Alepo demuestra que este país es "el principal socio de los terroristas" y amenaza la estabilidad de la región.
Un portavoz del partido kurdo Consejo Democrático Sirio informó a Sputnik de al menos tres muertos por los ataques.
El pasado fin de semana, el diario turco Sabah desveló que unos 20.000 combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS, apoyado por Ankara) se preparan a lanzar en Afrin una operación contra las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG, parte de las FDS).
Las YPG, el brazo armado del Partido kurdo sirio de Unión Democrática (PYD), son para Ankara una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito como organización terrorista en Turquía.
Militares turcos y grupos insurgentes sirios apoyados por Ankara realizaron desde finales de agosto de 2016 hasta finales de marzo pasado la llamada operación Escudo del Éufrates en el norte de Siria para hacer frente a las amenazas terroristas en las zonas limítrofes con Turquía.
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Esa intervención militar turca provocó el rechazo de Damasco, que acusó a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, y de los kurdos sirios porque, a su juicio, la operación apuntaba contra ellos más que contra los grupos yihadistas.