Un comunicado que esta ONG recoge en su sitio web señala que el número, que incluye a 98 evacuados de Fua y Kefraya, podría aumentar porque hay "centenares" de heridos. Las demás víctimas mortales son trabajadores de organizaciones humanitarios e insurgentes que protegían la caravana.
Un terrorista suicida detonó el 15 de abril su coche bomba cerca de un aparcamiento de autobuses en Al Rashidín, un área controlada por los rebeldes donde los evacuados de Fua y Kefraya esperaban luz verde para proseguir hacia Alepo.
A finales de marzo, las autoridades sirias y los rebeldes lograron un acuerdo con la mediación de Catar e Irán que estipulaba la evacuación de más de 30.000 personas —civiles y combatientes— desde cuatro localidades sitiadas.
A cambio, los insurgentes y sus familiares recibieron la oportunidad de abandonar libremente los poblados de Madaya y Zabadani, en la gobernación de Rif Dimashq, cerca de Damasco.
La evacuación en masa comenzó el 14 de abril pero una caravana de buses procedente de Fua y Kefraya fue parada al día siguiente en Al Radhidín.