"Nuestro desarrollo puede ser utilizado para el control corriente (del volcán), permite observar los cambios periódicos de las cualidades sísmicas al interior de la tierra vinculadas al proceso de 'respiración' de Nevado del Ruiz", señaló el investigador ruso Iván Kulakov, encargado de esta investigación que difunde el centro de altos estudios rusos.
Según asevera el científico ruso, citado por el centro de prensa de la Universidad de Novosibirsk, "este tipo de estudios permiten determinar los períodos más peligrosos, cuando los 'pulmones' del volcán están totalmente llenos y listos para un rápido vaciado".
"Claro que todavía es temprano para hablar de una aplicación concreta de nuestro trabajo a la vida diaria, pero probablemente lograremos esto en un futuro cercano", aseveró el científico.
Junto al estudiante Valeri Gladkov desarrolló un algoritmo que descubre los cambios de la estructura sísmica bajo el volcán en función del tiempo.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista Scientific Reports del grupo Nature.
Así el algoritmo desarrollado detectó una anomalía sísmica a una profundidad entre 2 y 4 kilómetros bajo el volcán Nevado del Ruiz, relacionada con la presencia de una fase líquida en una cámara magmática (materiales en fusión o sustancias químicas ligeras en estado líquido).
Sin embargo, ya en 2015 el volcán comenzó nuevamente el proceso de "aspiración", recopilando sustancias líquidas en su interior.
En noviembre de 1985 la erupción del volcán Nevado del Ruiz condujo a consecuencias trágicas, cuando debido a la rápida fusión de la capa de hielo en su cráter provocó una crecida en el río Guali.
La inundación barrió la ciudad Armero, cobrando más de 20.000 vidas.
En 2011, tras varias décadas de silencio, el volcán despertó.
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Diariamente la zona donde está ubicado experimenta múltiples temblores leves, que son detectados por la red de sensores sísmicos.