"No, cuando oímos que Rusia podría estar implicada en los asuntos internos de Estados Unidos es una calumnia", dijo.
Absolutamente nada puede comprobarlo, enfatizó.
El 13 de febrero, el asesor de seguridad nacional de Trump, Flynn presentó su renuncia al reconocer que no había proporcionado a la Casa Blanca información exhaustiva sobre el contenido de varias conversaciones telefónicas que mantuvo a finales de 2016 con el embajador de Rusia en EEUU, Serguéi Kisliak.
Los servicios de seguridad estadounidenses acusan a Rusia de haberse infiltrado en las elecciones presidenciales de EEUU en 2016 para asegurar la victoria del republicano Donald Trump, algo que niegan de forma rotunda las autoridades rusas.
Hasta la fecha, el Gobierno de EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú por los supuestos ataques informáticos.