"Tras la toma de estas empresas (por las milicias) no podemos tener relaciones comerciales algunas con estas plantas confiscadas", dijo durante una reunión con el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn.
Poroshenko advirtió que las autoridades ucranianas no dejarán que funcionen.
El 1 de marzo, las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) anunciaron que toman bajo su control decenas de empresas que aún permanecían bajo jurisdicción ucraniana alegando la incapacidad de Kiev de cesar el bloqueo que varios activistas –exparticipantes de la operación militar en Donbás, entre ellos diputados del Parlamento ucraniano– mantienen desde finales de enero pasado en el ferrocarril Lugansk-Lisichansk-Popasnaya.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) señalaron en más de una ocasión que el bloqueo económico y de transporte provoca una catástrofe humanitaria en la región e instaron a Kiev a levantarlo.
El levantamiento del bloqueo es una cláusula de obligado cumplimiento de los acuerdos de Minsk para solucionar el conflicto en Donbás.