"Estos hechos podrían tener consecuencias negativas muy serias para la estabilidad estratégica internacional y regional", dice el comunicado.
La Cancillería rusa constató que Washington comenzó a poner en práctica sus planes para "ampliar la geografía del despliegue de elementos del sistema antimisiles de EEUU en el Asia-Pacífico".
"En la región de Asia-Pacífico, en donde la situación de seguridad es difícil ya de por sí, surge un nuevo factor destructivo capaz de complicar aún más la solución al problema nuclear y otros problemas de la península coreana y provocar una carrera armamentística en la región", advierte el despacho.
Según el Ministerio de Defensa nipón, los misiles alcanzaron un área del mar de Japón situada entre 300 y 350 kilómetros al oeste de la península de Oga, prefectura de Akita, sin causar daños materiales.
Más tarde, Corea del Norte anunció que realizó un ejercicio militar dirigido contra las bases de Estados Unidos en Japón, probablemente en referencia a los cuatro misiles disparados el 6 de marzo.
En 2016, Pyongyang lanzó más de 20 misiles balísticos incluyendo misiles Musudan de rango intermedio y realizó el lanzamiento simultáneo de tres proyectiles Rodong con alcance de 1.300 kilómetros que cayeron en el mar dentro de la zona económica exclusiva de Japón, cerca de Hokkaido.
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También llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares después de los de 2006, 2009 y 2013.